El Síndrome de la Bella (La Bella y la Bestia)
La Bella I
La bella no entiende de edad, estilos, clases sociales, ni color de la piel, es un personaje que se ha transmitido a través de la cultura de adoctrinamiento y que sin conciencia ejercemos.
¿Qué pasa cuando el papel de la Bella se activa en nosotras?, pues que sin darnos ni cuenta nos encontramos sumergidas en ese romanticismo tóxico e introyectado en lo más profundo de los sentires. La idea loca se apropia de nuestra racionalidad y creemos que con nuestro Amor y Ayuda la Bestia va a dejar de serlo, se va a sanar y a reconciliar con su bondad, superando así sus traumas. Además de fantasioso es también bastante doloroso.
Fíjate cuántas veces:
- Nos quejamos acerca de lo difícil que es deconstruir ese amor romántico.
- Nos damos cuenta de que no tenemos tiempo ni fuerza para hacernos cargo de nosotras mismas.
- Observamos y decimos en voz alta que estamos en ese rol de hacer de madres, cocineras, psicólogas, cuidadoras, educadoras y abastecedoras del patriarcado.
Pues digo yo, que si nosotras que aún estando en el querer salir de estas conductas estereotipadas, volvemos a caer en los mandatos de sometimiento, ¿cómo pretendemos revertir los mecanismos de otra persona para satisfacer nuestros deseos, cuando resulta tan difícil cambiar los propios?.
Realmente lo que estamos es dirigiendo nuestros esfuerzos a cambiar a otra persona como si no tuviese capacidad de decidir, responsabilizarse, de ir a terapia para dejar de ser Bestia, de una persona que es mayor de edad y lo Crucial es que seguimos repitiendo una vez más esos roles de los que nos queremos liberar.
¿Puedes observar la perversidad…?
La Bella II
El papel de La Bella lleva implícita otra toxicidad, por eso propongo que pongamos la atención en lo que supone. Fíjate, yo creo que es crucial reconocer que estamos con una Bestia, con alguien que No nos complace, es una renuncia o un bajar las expectativas, ¡vamos conformarnos!, sea en la química corporal, sexualidad, en la conexión intelectual, en la situación económica, alguno de estos factores nos lleva a la ilusión de sentirnos en superioridad. Es una ilusión porque en esa renuncia a nuestras expectativas hay un conformismo, por lo tanto hay una vulnerabilidad que se hace evidente, toma forma y la otra persona capta.
Esa trampa, a mi suena a que creemos que vamos a prevenir estar bajo el yugo de una relación donde prevalece la “violencia relacional” que si bien tenemos detectada, no siempre está identificada. Y realmente lo que hacemos es adaptarnos a alguien, aceptar sus condiciones, de fuera se ve y la Bestia lo tiene claro.
Recuerda que todo esto sucede internamente disfrazado de amor, por ello nos lleva a vivir momentos de sufrimiento enfermizo y circular.
Unas cuantas Bestias he tenido que adoptar para darme cuenta de esto, así está hecho el sistema, para que vivamos en la negación de nosotras mismas, recibiendo constantemente refuerzo sobre la idea de que no merecemos la pena, de que nos tenemos que conformar, de que nuestras ideas y propuestas carecen de valor, que no tenemos la edad adecuada, que cuidar es nuestra obligación, claro que nos convertimos en Bella.
Por eso es crucial revisar nuestras vulnerabilidades y ocupar los tiempos y energías en nosotras.
María José Belda Díaz
Psicóloga Sanitaria
Marzo 2024
